La autopista AP-7 a la altura de Girona se convertirá en unos días en parte del proyecto europeo I+D Inframix (Road Infraestructure ready for mixed vehicle traffic flows), que estudia la infraestructura vial del futuro para dar apoyo a la coexistencia de vehículos convencionales y automatizados.
En la prueba participarán 11 empresas e instituciones europeas que trabajan para estudiar las necesidades viales de los próximos vehículos autónomos. Las pruebas de la AP-7 se circunscribe a tres escenarios de tráfico:
El primero es la asignación dinámica de carril, que evalúa la apertura de un carril dedicado para vehículos autónomos y la señalización correspondiente; el segundo escenario es de obras en la autopista, un escenario que pretende observar la señalización en dichas situaciones; y el tercero es comprobar la relación vehículo autónomo y vía en una situación de embotellamiento.
La tecnología de comunicación elegida no será el polémico WiFi, ni el escaso 4G, sino la próxima generación de comunicación de datos, el 5G.”El objetivo es crear un modelo de autopista que permita un tráfico ininterrumpido, predecible, seguro y eficiente a través de una infraestructura vial ‘híbrida’ capaz de gestionar el período de transición de vehículos y que sirva también de base para los sistemas de transporte automatizado del futuro”.
Fuente: elmercantil