Las motos han sido reconocidas por el Parlamento Europeo mediante una resolución en la que se pide a las distintas administraciones que promuevan el uso de la moto como solución a la problemática de la movilidad urbana.
Según el Parlamento, las políticas deben favorecer el uso del transporte público y de los medios de transporte privados más eficientes, como la moto, dentro de la pirámide jerárquica del transporte.
Los usuarios que se desplazan de una manera más sostenible son a su vez los más vulnerables, hablamos de los peatones, ciclistas y motoristas. Por lo que las políticas específicas de seguridad debe ir encaminada a reducir la siniestralidad del colectivo.
La motocicleta es esencial en las grandes ciudades pues promueve la movilidad sostenible:
-
Contribuye a la descongestión del tráfico: La moto es un vehículo de dimensiones reducidas con capacidad de filtrarse entre el tráfico. Si se reemplazaran un 10% de los vehículos por motos, los atascos se reducirían en un 40%. Un beneficio para todos los usuarios de la vía, incluido el transporte público.
-
Es eficiente en términos de emisiones: Las motos emiten 72 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Más cerca de los 68 g del autobús que del resto de vehículos privados motorizados.
-
Ayuda a racionalizar el gasto en transporte: La moto es un vehículo económico tanto en su adquisición como en su mantenimiento. Además, con 100 euros de gasolina se pueden recorrer más de 3.000 kilómetros, la distancia entre Madrid y Oslo.
-
Reduce los tiempos de desplazamiento: En ciudad, ir en moto permite acortar la duración de los trayectos entre un 50 y un 70%.
Fuente: anesdor.com