Sus múltiples virtudes pueden llenar todo el artículo pero podemos resumirlas en un casco con conectividad total mediante Bluetooth, aplicación móvil dedicada, GPS, y alarma, con el que podemos interactuar mediante comandos de voz para activar las diversas funciones, y que tiene diversos indicadores lumínicos para incrementar nuestra visibilidad en la carretera.

Por si todo esto no fuera suficiente, la pantalla con campo de visión incrementado es fotocromática, por lo que es capaz de adaptarse a los cambios de luminosidad ambiental en tan solo 0,2 segundos.

Un casco así no debe ser precisamente económico, pero es toda una demostración de integración de tecnologías pensadas para hacernos la vida más fácil y segura en la carretera. Quizá el "pero" en esta ocasión lo encontremos en su peso y por supuesto en la pregunta... ¿a qué precio?

Como hemos comprobado en anteriores ocasiones, los cascos con integraciones tecnológicas de vanguardia no suelen tener mucho recorrido comercial. Aparte de copar las secciones de noticias destacadas durante unas semanas o meses, pocos motoristas se deciden por un casco que presenta la información proyectada sobre la visera como si del casco de un piloto de aviación se tratara, cuando los fabricantes aún no ha logrado un método infalible para que no se empañe la visera en invierno.

Con todo, nosotros seguimos mostrando las demostraciones tecnológicas basadas en cascos, aunque el resultado sea más un casco de astronauta que un objeto imprescindible de protección de la cabeza. 

Fuente: MotoStation