De hecho, la compañía ha sido incluida entre las diez más innovadoras del sector del transporte. ¿La razón? La pequeña moto con vocación urbanita es en realidad un sistema modular que permite obtener 1.000 configuraciones diferentes con solo cambiar los elementos.

Estamos ante una moto que parece salida de cualquier juego de Lego, y es que su configuración admite una flexibilidad casis infinita. Podemos añadir diferentes tipos de elementos, desde asientos, pasando por baules, parrillas, faros, horquillas…

El fabricante sueco ha logrado crear un modelo minimalista, simple, eficaz y de gran practicidad, gracias a sus innumerables accesorios. La base técnica se encomienda a una batería de 2,5 kWh que ofrece hasta 100 km de autonomía. Pero también podemos utilizar una batería más pequeña de 1,5 kWh que permite 66 km.

La velocidad máxima se puede limitar electrónicamente a 45 km/h (ciclomotor) o a 90 km/h, si queremos una equivalencia a 125 cc. Las ruedas de 14” y los frenos de disco de 220 mm, aseguran su soltura al moverse por cualquier tipo de terrenos.

El modelo Cake Ösa se expondrá en el Petersen Automotive Museum y en el Museo Nacional sueco.

Cake lo explica así en su comunicado: "Construidas con el propósito de inspirar a las personas a contribuir a acelerar el viaje hacia una sociedad de cero emisiones combinando emoción y responsabilidad, las motocicletas totalmente eléctricas de CAKE están diseñadas para exploración y descubrimiento. Lanzado por primera vez en enero de 2018 en el Outdoor Retailer Show en Denver, el primer modelo, el Kalk OR, fue reconocido como "Best in Show" por varias publicaciones de la industria al aire libre y ha recibido numerosos reconocimientos desde entonces. El diseño más nuevo, Ösa, se lanzó en noviembre de 2019 y ya ha ganado numerosos premios, incluido el Premio de diseño IF 2020 y el Mejor en exposición de Gear Junkie's en el minorista al aire libre."