La pérdida de un carril por sentido en muchas avenidas, había convertido las calles de Granada en un cuello de botella en el que los atascos de automóviles y motos, convivían con un carril completamente vacío a su lado. Con el cambio se habilitan los 125 kilómetros de calles señalizadas como "reservado".

A partir de ahora se alivian un poco los atascos, permitiendo que el cuantioso parque de motocicletas y ciclomotores también puedan transitar por dichos carriles reservados. Un efecto sobre el tráfico que se había magnificado tras convertir en peatonal 51 km, incluida la calle de San Atón.

César Díaz, edil del Ayuntamiento aclara que son carriles “reservados, no exclusivos”, lo que permite la invasión circunstancial del mismo sin ser multado. Pero hay que tener en cuenta la diferencia de límite de velocidad entre ambos. En el carril reservado el límite es 30 km/h, frente a los 50 km/h del carril convencional.

Fuente: ahoraGranada