Sin embargo esta patente muestra que las cosas podrían comenzar a cambiar. En los planos de diseño se observa una mecánica híbrida de transmisión eléctrica y producción de corriente mediante un motor de combustión.

Una idea que nos ha parecido especialmente curiosa, pues Yamaha parece haber llegado a la misma conclusión con su patente más reciente. Al parecer, los principales grupos japoneses consideran que la única manera de seguir reduciendo las emisiones contaminantes sin pasar definitivamente a las motos eléctricas, es adoptar las mecánicas híbridas tan ampliamente implantadas en la automoción.

La presión para una mayor evolución hacia la electrificación podría provenir de la reciente decisión del Gobierno Indio que impulsará que todas las motos de baja cilindrada sean cero emisiones antes del 2025. Algo válido en modelos tipo ciclomotor o equivalentes a una 125 cc, pero más complicado para cilindradas mayores. Ahí es donde Suzuki opina que los motores híbridos se impondrán en el corto plazo.

El caso es que los fabricantes tradicionales siguen agarrándose con uñas y dientes a cualquier opción que suponga mantener su bagaje de antiguas patentes sobre motores de explosión. El salto a motos eléctricas puras supondría un cambio radical en el modelo de negocio, pues todo el peso tecnológico recae en las baterías, algo en lo que se han pasado décadas sin invertir desde sus departamentos de I+D.

Fuente: Canada MotoGuide