Joan Blancafort, se encargó de leer el manifiesto de apoyo al automóvil y en contra de una visión de la movilidad mediante transporte público y uso de la bicicleta que está alejada de la realidad.
El curioso sistema de pintado y señalización del asfalto destinado a la calzada compartida es un elemento de distracción y confusión para los usuarios, además de un peligro en condiciones de lluvia. Especialmente cuando el nuevo mobiliario urbano incluye bancos de hormigón como método de separación de vías.
Precisamente los bolardos, que los hay de todos los tipos imaginables, son la principal reivindicación en términos de seguridad vial del colectivo motero, que ven en ellos un peligro adicional que sólo puede multiplicar la mortalidad de los accidentes en Barcelona.
Desde el punto de vista económico, los ciudadanos pagan unas tasas e impuestos bastante elevados a cambio de una ordenación del tráfico que les permita utilizar sus vehículos privados. Pero con el nuevo Plan se les impide circular libremente.
La mayoría de las entidades adheridas a la plataforma `Pro Mobilitat´ son profesionales y gremios que ven seriamente comprometida su movilidad en las zonas más céntricas de Barcelona. La movilidad urbana nunca ha sido tan discutida como en tiempos del COVID.