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16 de Abril de 2014
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Cómo funcionan los Sistemas de Control de Tracción

Los Sistemas de Control de Tracción, generalmente conocidos como TCS, se están convirtiendo en algo cada vez más común en los nuevos modelos de motocicleta. Desde las deportivas a las motos de aventuras, cada vez más fabricantes están incluyendo control de tracción entre el equipamiento, pero, ¿cómo funcionan?

Mientras que algunos,  los más puristas, consideran que receta protagonismo al conductor, muchos otros consideran que definitivamente es un gran logro de la técnica. Pero veamos cómo funciona el TCS antes de pronunciarnos definitivamente.

CONSIDERACIONES BÁSICAS

La tracción o el agarre es uno de los factores clave para conducir una motocicleta, y una vez que se ha perdido, hay que santiguarse para la moto y el motociclista. Siendo realistas, la conducción de nuestras poderosas máquinas se confía a una diminuta superficie de goma que es la que hace contacto con el asfalto. Estos pocos centímetros cuadrados que unen los neumáticos y la carretera son la única cosa que mantiene a las motocicletas rodando.

Sin embargo, la tracción se ve afectada por muchos factores, y se podría decir que hay más factores que reducen la tracción que los que la benefician. Mientras que el calor y la calidad de los neumáticos pueden mejorar el contacto entre suelo y neumático, el agarre suele reducirse por las bajas temperaturas, una incorrecta composición de los neumáticos o un desgaste excesivo. También es especialmente peligroso un latigazo de la motocicleta debido a una apertura de gas demasiado brusca, o por cualquier tipo de elemento que se puede encontrar el neumático en el camino, incluyendo las hojas secas, arena, grava, manchas de aceite o agua - que es el "enemigo" más común del motociclista -. Sin embargo, la adherencia no se limita a los aspectos antes mencionados, en una motocicleta la seguridad puede verse comprometida por innumerables factores. El problema es, ¿cómo podemos hacer frente a esto?

La única manera de evitar el peligroso deslizamiento de la rueda o el derrape, es asegurarse de que la velocidad y la aceleración, el ángulo de inclinación, y la posición del motociclista se modifican en tiempo real, para compensar la pérdida de tracción. Solo los pilotos altamente experimentados pueden sentir cuando la rueda trasera de su motocicleta está a punto de perder adherencia, tales habilidades requieren mucho entrenamiento y práctica a través de grandes cantidades de tiempo montando en circuitos. Y aun así, el cuerpo humano es incapaz de reaccionar en cuestión de milésimas de segundo - el tiempo crítico necesario para salvar la situación-.

¡TCS AL RESCATE!

Es en esos momentos críticos es cuando el control de tracción entra en acción para salvar la situación. Lo que hace el TCS podrían resumirse en controlar la diferencia de velocidad de rotación de la rueda trasera en relación a la rueda delantera de la moto. Cuando estas dos velocidades son demasiado diferentes, entramos en el territorio de la pérdida de tracción y el TCS interviene.

Lo malo de todo esto es que tras la pérdida de tracción se puede tener un accidente. Los accidentes con caídas a baja altura suelen ser menos graves, pero los que se producen al salir por “curenos” debido a una pérdida repentina de tracción con posterior recuperación a través de un latigazo suele tener peores consecuencias.

Los ingenieros de motocicletas han encontrado la manera de evitar estos accidentes, determinando si una rueda está a punto de perder la adherencia. Gracias a la electrónica ayuda al motociclista a reducir el tiempo de reacción, eliminando la necesidad de que intervenga.

DESLIZAMIENTO DE RUEDAS

Debido al particular diseño de las motocicletas, la rueda trasera es la más proclive a perder la tracción en ciertos escenarios. Toda la potencia del motor se transfiere a dicha rueda y debe ser convertida en movimiento hacia delante, haciendo girar la rueda trasera y realizando el correcto juego de todas las fuerzas que intervienen para mantener el equilibrio de la motocicleta.

Sin embargo estas fuerzas son a veces demasiado complejas de entender, sobre todo a medida que se suman entre sí. Lo que resulta natural para el conductor, es en realidad muy complejo de explicar desde el punto de vista de la física. Sin embargo, cuando se complica la situación el motociclista pierde literalmente la capacidad de predecir cómo se comportará la motocicleta y cuál es la mejor acción a realizar. Es aquí donde la velocidad de cómputo de la electrónica entre en juego.

ECU, SENSORES Y MAGIA

Aun así, la reacción musculares de un motorista es demasiado burda para los ajustes extremadamente finos necesarios para evitar perdida de adherencia de la rueda trasera. Y de hecho algunos de los ajustes que realiza el sistema TCS son literalmente imposibles de alcanzar para un motociclista por muy experimentado que sea.

Ya sabemos que la diferencia de velocidad entre las dos ruedas es la clave para detectar la pérdida de tracción en una etapa temprana, la ECU utiliza los sensores del ABS para saber la velocidad de giro de las ruedas. Algunos fabricantes utilizan unidades ECU separada para medir acelerómetros y giroscopios con el fin de reunir más datos sobre el comportamiento y la posición de la moto, permitiéndole realizar estimaciones más precisas en los diferentes escenarios.

Dado que la ECU ya administra la entrega de combustible y el retardo de ignición, ya “conoce” un montón de información, incluyendo las rpm del motor, la entrega de potencia, la posición del acelerador, cambio y demás factores, así que tiene un montón de información para calcular si todo está funcionando correctamente, y puede anticiparse a la caída. En ocasiones lo detecta sólo milisegundos antes de que esto realmente suceda, pero sigue siendo mil veces más rápido que lo que tú podrías conseguir.

En este momento el TCS inicia una serie de maniobras para devolver a la motocicleta a los límites de la física, entre las que se encuentran reducir la cantidad de energía que se trasmite a la rueda trasera, lo cual realiza mediante tres métodos: retardando la ignición en el cilindro, haciendo que falle intencionalmente la explosión en uno de los cilindros o ajustando la válvula reguladora. Cuál de estos métodos utiliza para cada situación, suele ser un secreto bien guardado por el fabricante.

Aunque por lo que sabemos, los sistema de control de tracción de Kawasaki cortan la inyección de combustible y crea un fallo de encendido en uno o más cilindros. Aprilia y BMW utilizan el retardo de la ignición y el ajuste de la válvula reguladora, mientras que Yamaha utiliza los tres métodos según convenga. Hasta ahora, los especialistas parecen ser incapaces de identificar cuál de estas tres líneas de actuación es la mejor, pero el sentido común nos dice que la combinación de las tres debe ser una solución ganadora.

  1. Fallo de encendido: ofrece un ajuste bastante burdo del par motor y de la  salida de potencia a la rueda trasera, pero es muy rápido y eficaz. La ECU simplemente corta el suministro de combustible a uno o más cilindros o se salta una chispa. No hace falta decir que la pérdida de energía es suficiente para corregir el deslíz, pero en ciertos casos una caída del par del 25% (en un motor de 4 cilindros) puede ser bastante violenta. El efecto es casi inmediato. 
  2. Retardo de encendido: Al igual que un fallo de encendido, los ajustes de retardo de encendido son extremadamente rápidos, y son de regulación más fina. El encendido puede ser frenado hasta un máximo del 20 por ciento antes del fallo de encendido del motor, y los ajustes finos hacen que la reducción de potencia durante un breve período de tiempo se sienta muy suave. El punto flaco es que debido a su limitada capacidad de acción, el retardo del encendido no se puede utilizar como única alternativa para el TCS .
  3. Ajustes del acelerador: Los ajustes a nivel del acelerador se pueden hacer por la ECU en motocicletas que estén equipadas con un acelerador electrónico, a menudo referido como ride- by-wire . El cambio realizado por la ECU es, más o menos, como bajar el volumen de los altavoces de tu equipo de música. Los ajustes se realizan por tanto con gran precisión, pero como se tiene que acceder a varias partes móviles para ser efectiva, su acción es demasiado lenta. Este último sistema también tiene la ventaja de trabajar en conjunción con los modos de conducción seleccionados por el motorista, permitiendo que el TCS no se vuelva intrusivo con nuestro estilo de conducción.

¿Qué fabricante proporciona el mejor sistema TCS? Esta es una pregunta que no va a encontrar respuesta en el corto plazo, sin embargo, si estás pensando en adquirir una nueva motocicleta y tiene un sistema TCS en opción, no lo dudes, ¡cómpralo!

 
 
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