El proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) recoge un incremento de los impuestos a los carburantes en nueve comunidades autónomas (Asturias, Aragón, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, La Rioja, Madrid, Navarra y País Vasco), debido a la supresión del impuesto autonómico y del incremento del impuesto especial estatal.
Con la supresión el litro de combustible sube en 4,8 céntimos pasando al tramo especial que suma otros 2,4 céntimos, por lo que sumando ambos impuestos subiría hasta los 7,2 céntimos por litro. Una cantidad que se suma a los 43,1 céntimos que gravan actualmente a la gasolina y los 30,7 céntimos que gravan el diésel.
La subida no llegará hasta el 1 de enero de 2019, por lo que dichas comunidades autónomas tendrán un tiempo de transición hasta su aplicación. Canarias mantendrá su régimen especial en los Presupuesto Generales del Estado. Tampoco habrá cambios en el precio de los carburantes de Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Baleares y Murcia.
Los madrileños verán un incremento de 3,1 céntimos por litro, de 2,4 céntimos por litro para los aragoneses, 1 céntimo para los extremeños, y 0,8 céntimos para los asturianos. El mayor incremento, sin embargo, recaerá en los cántabros, castellonenses, riojanos, navarros y vascos, con una subida de 4,8 céntimos por litro.
Proponen un incremento del 28% del precio del gasóleo
Paralelamente existe una propuesta que busca desincentivar este tipo de combustible que no solo ha demostrado ser dañino para la salud, sino que además es el principal responsable de numerosos episodios de alerta por alta contaminación que terminan por alterar la movilidad en las grandes ciudades.
De cumplirse la propuesta el precio del diésel subiría de manera estratosférica, aunque la subida terminará afectando al resto combustibles igualando el precio final.
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