Serán un total de 40 medidas que se reparten sobre cinco áreas temáticas que perseguirán el objetivo de reducir el número de motoristas fallecidos en accidente.
Áreas de Actuación:
1. Educación y Formación: Revisión del permiso B+3 (el que habilita a los titulares del permiso B con más de 3 años de antigüedad a conducir motos de hasta 125 cc). Se incluirán contenidos teóricos y prácticos referidos a las motos. Se tratará de frenar la alta siniestralidad de este segmento de motoristas, una estadística que es 1,5 veces superior a los que disponen de un permiso específico.
2. Comunicación: Realizar campañas específicas para mejorar la convivencia entre motoristas y el resto de conductores, o que incidan en la vulnerabilidad del colectivo motorista, como la última denominada “El hombre de cristal”. También se desarrollarán campañas de concienciación durante los GP de Motociclismo, involucrando a la Federación Española e Internacional de Motociclismo.
3. Norma y cumplimiento: En los tramos más frecuentados por motoristas y con mayor índice de siniestralidad, se incrementará la vigilancia con helicópteros y los futuros drones de la DGT.
4. Seguridad, vehículos y motoristas: Implementar en las motocicletas en sistema de llamada automática de emergencia (e-Call). Este sistema es obligatorio en turismos y furgonetas desde el 31 de marzo. Su uso mejora la visibilidad y tiempo de respuesta por parte de los servicios de emergencia. También se potenciará el uso de elementos reflectantes y se comprobará la efectividad de diversos sistemas de seguridad.
5. Infraestructura: La DGT ha desarrollado una metodología de selección de tramos de carretera peligrosos (INVIVE) que determinan su peligrosidad en función de tres características: exceso de velocidad, accidentes y curvas. La propuesta pasa por elaborar un listado de tramos peligroso para las motos.
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