Es una peculiar competición de aprendizaje donde la organización aporta los motores de origen KTM, las llantas OZ, neumáticos Dunlop y frenos J.Juan, mientras que el resto de componentes los tienen que diseñar partiendo de cero los estudiantes de ingeniería de las diferentes universidades.
Se trata de una “auténtica correa de trasmisión universidad-empresa”, según explicó Cesar Rojo. Aunque las pruebas en sí duran cuatro días entre el 3 y el 7 de octubre de 2018, los estudiantes preparan la carrera durante 18 meses, poniendo a prueba todos sus conocimientos y habilidades para desarrollar una máquina que aúne tecnología, innovación y competitividad.
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