La guerra comercial se traslada a todo el mundo de la automoción. El grupo que representa a los fabricantes de vehículos a motor en los Estados Unidos, Global Automakers, rechaza la propuesta del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25% a la importación de automóviles de países como Canadá, Europa, México o China, porque perjudicará indirectamente a los trabajadores nacionales.
“Los aranceles dañarán al sector del automóvil de EE UU compuesto por 14 fabricantes, muchos de los cuales son fabricantes globales… los aranceles aumentarán sustancialmente los precios para los consumidores”, comentó John Bozzella, presidente de Global Automakers (GA).
Los aranceles para los vehículos importados a los EE UU podrían suponer un incremento del precio de 5.800 dólares (5.000 €) de media, 45.000 millones de dólares que repercutirán directamente en los bolsillos de los consumidores. Pero las peores consecuencias serán para los 130.000 trabajadores del sector, porque los países afectados impondrán a su vez sus propias represalias incrementado el nivel del conflicto comercial.
