La Alianza pretendía poner fin a la competencia desleal y el dumping de empresas radicadas en países del Este y su transporte de mercancías. Pero un giro del Ministerio de Fomento hacia lo que se denomina cooling, según el cual las empresas de transporte extranjeras no pueden operar en un determinado país durante los 15 días siguientes a su última operación de cabotaje, ha llevado a alejarnos de la postura común centroeuropea.

La Directora General de Transporte Terrestre perteneciente al Ministerio de Fomento lo expresaba así: “España no es partidaria de sumarse a la Alianza de la Carretera por las circunstancias específicas de nuestro país y su condición de Estado periférico de la Unión, y porque cualquier restricción al transporte interior perjudica a nuestras empresas”.

En enero de 2019 podríamos tener un nuevo reglamento de transporte (ROTT), que suprimirá el requisito de flota mínima y manteniendo el de antigüedad máxima de los vehículos. Y se creará una figura de gestor del transporte.

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