La idea pasa por superar la “motofobia” de Ada Colau en Barcelona, y que se permita a las motos hacer uso de dicho carril como ocurre en otras ciudades españolas.
Barcelona cuenta con una importante presencia de la moto en el parque móvil. El 29% del mismo, o 277.000 unidades, corresponden a motocicletas y ciclomotores. Esta alta presencia de la moto supone que el 37% de los accidentes de tráfico tiene a uno de estos vehículos implicados.
Con la implementación de una batería de medidas que propone Aberto Fernández se podría incrementar la seguridad de los motoristas y mejorar las zonas de aparcamiento. En concreto se pide garantizar la seguridad de los motoristas, más exigencia cívica a los conductores, mejorar las políticas de aparcamiento de las motos y permitir la circulación de motos en carril Bus.
Fernández recomienda recurrir a campañas pedagógicas en lugar de multar de manera indiscriminada a los motoristas que no aparquen sus motos correctamente en las aceras, o por circular por el carril Bus. El año pasado se impusieron 2.768 multas por este motivo, lo que supone un incremento del 76%.
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