Si la Comisaria Europea de Comercio, Cecilia Malmström se sale con la suya, las piezas y componentes para motocicletas de marcas estadounidenses pueden resultar mucho más caras.

A fines de marzo de 2019, la Organización Mundial de Comercio (OMC) dictaminó que los EE. UU. había otorgado beneficios a su industria de aviación (Boeing), con un daño estimado a la industria equivalente de la UE (Airbus) de 12.000 millones de dólares. La UE toma ahora medidas de represalia contra los productos de los EE. UU. por una cuantía similar.

Dentro de la lista encontramos los siguientes productos relacionados con el mundo de las motocicletas:

• 87141010 Frenos y sus partes, de motocicletas “incluye Ciclomotores”.
• 87141020 Cajas de cambio y sus partes, de motocicletas “incluye ciclomotores”.
• 87141030 Ruedas de carretera y sus partes y accesorios, de motocicletas “incluye ciclomotores”.
• 87141040 Silenciadores "silenciadores" y tubos de escape, y sus partes, de motocicletas "incluye ciclomotores”.
• 87141050 Embragues y sus partes, de motocicletas “incluye ciclomotores”.
• 87141090 Partes y accesorios de motocicletas, incluye ciclomotores, ncop (excepto frenos, cajas de cambios, ruedas de carretera, silenciadores, tubos de escape, embragues y sus partes).

La Comisión Europea ha iniciado una consulta pública a dicha medida que finaliza el 31 de mayo de 2019 (a las 12:00 am).

Al igual que en ocasiones anteriores, FEMA se posiciona en contra de las guerras comerciales y es contraria a que se libren a expensas de los motociclistas y los trabajadores del sector. En este caso se podría incrementar los aranceles sobre productos destinados a la aviación, en lugar de volver a introducir al mundo de las dos ruedas en la guerra comercial entre ambos lados del Atlántico. Por ello harán llegar al Comisario Malmström la posición exigiendo que los componentes de la motocicleta sean eliminados de la lista.

Dolf Willigers, secretario general de FEMA comentó: “Una vez más, la Comisión Europea involucra a los motociclistas en sus disputas con la administración de los Estados Unidos. No participamos en esto y no vemos ninguna razón por la que los motociclistas europeos y las personas que trabajan en el sector de la motocicleta deban ser castigados en una disputa sobre el apoyo a la industria aeronáutica. Los propietarios de motocicletas de marca estadounidense no tienen otra opción cuando tienen que reemplazar partes de su motocicleta y de esta manera se verán obligados a pagar un precio mucho más alto. Esta medida realmente va más allá de lo tolerable”.

Vía FEMA