Los ingenieros de Honda no para de reinterpretar los diferentes segmentos de motos para crear nuevos modelos y nuevos segmentos. La última iniciativa va encaminada a convertir sus superdeportivas en modelos adecuados para la utilización diaria.
Una primera tentativa de conseguir un modelo deportivo polivalente la encontramos en la Honda VFR750 de los años 80 y 90. Un modelo de gran éxito que consiguió atraer a todo tipo de clientes, no solo a los más exigentes con las prestaciones. La CBR600F original también buscaba cierta polivalencia para no estar continuamente encerrada en un garaje.
Con las superdeportivas tipo CBR1000RR la cosa es diferente. Sus altas prestaciones obligan a una ergonomía adecuada para el circuito y la competición, aún sin llegar a ser extrema. Las últimas patente presentada en Japón puede acabar con dicho problema mediante la posibilidad de la reconfiguración manual mediante piezas económicas, ligeras y simples, de la altura del manillar y la pantalla.
La principal novedad es la posibilidad de elevar la pantalla y el semimanillar de manera considerable mediante un sistema francamente ingenioso.
Además de una posición de conducción adaptable contará con un asiento termoregulable. El sistema funciona de tal modo que se dirige aire fresco desde la parte frontal de la motocicleta hasta el interior del asiento, creando una superficie superior menos caliente en verano. Un segundo tubo toma el aire caliente del motor y ayuda a calentar el asiento en invierno.
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