Los motoristas italianos han logrado que los sistemas DSM se implanten en todos aquellos puntos con mayor riesgo para la seguridad. El decreto también se aplicará en la construcción de nuevas carreteras, y en todas las carreteras urbanas y de circunvalación de las ciudades.
Los DSM se instalarán en puntos de las carreteras que cumplan determinados requisitos, como que sean curvas con radio inferior a los 250 metros o con intersecciones, en las que se hayan producido cinco accidentes con víctimas mortales y/o lesiones, en los que hayan involucrados motocicletas y/o ciclomotores.
La normativa entra en vigor a partir de septiembre de 2019, pero no será de aplicación para las obras en curso, o en proyecto de licitación.
Pero aún hay letra pequeña, y los DSM podrán ser vetados en caso de problemas de costos, o si los propietarios de la carretera consideran que impedirá el correcto mantenimiento de la vía, o que puede afectar a su actividad (señales de tráfico, letreros informativos, etc).