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Mercedes-Benz lanza el vehículo experimental FSE 2019Imprimir
22 de Mayo de 2019
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Mercedes-Benz lanza el vehículo experimental FSE 2019

La idea tras el SUV laboratorio de Mercedes-Benz denominado FSE2019 es la de explorar toda una serie de nuevas tecnologías que adoptarán los futuros vehículos autónomos. El Vehículo de Seguridad Experimental (ESV) pretende reducir el incómodo lapso de tiempo hasta que los vehículos alcancen la autonomía total, teniendo en cuenta que tiene que inventar un "lenguaje visugal" para comunicarse con el resto de usuarios de la vía.

Aunque no le suene al público en general, es el tercer concepto de Vehículo de Seguridad Experimental que diseña y pone en marcha Mercedes. El primer ESV se lanzó en 1974 y nos trajo avances ahora comunes como el airbag, los reposacabezas, los tensores activos para los cinturones de seguridad. Más recientemente en 2009 el nuevo programa trajo los faros inteligentes, y las frenada de emergencia en caso de colisión inminente.

En el ESF 2019 se explorarán ideas innovadoras para las próximas décadas, justo cuando se espera que los sistemas autónomos tomen el mercado y se generalicen en nuestras carreteras. El problema entonces será, como interactúan los coches autónomos con los conductores que aún existan en las carreteas, y especialmente con aquellos más vulnerables como los motoristas, ciclistas y peatones.

Proteger a otros usuarios de la via parece el principal objetivo de investigación del ESF 2019. Un vehículo que trae respuestas en la forma de paneles y señales interactivas incorporadas en diferentes partes de la carrocería para avisar a los motoristas de las maniobras del vehículo y otras circunstancias del tráfico. Las comunicaciones visuales son las más rápidas y fáciles de leer por parte del resto de usuarios de la vía. Por ejemplo, si el vehículo detecta un atasco, puede advertir a los vehículos que están por detrás que está a punto de desacelerar.

Otra idea interesante de la pantalla en la luneta posterior es la de hacer las veces de coche invisible. En la pantalla aparece lo que hay justo en frente del vehículo, como por ejemplo un paso de peatones por el que están cruzando niños, lo que evitaría muchos atropellos.

La rejilla frontal es más simple, pero igualmente puede ayudar a más de un motorista que intenta acceder a nuestro carril pero duda del vehículo autónomo, este puede decirle visualmente que lo ha detectado y le deja espacio libre para que se incorpore.

Igualmente, si un automóvil autónomo se activa repentinamente para recoger a algún usuario y hay algún peatón o ciclista próximo, puede advertirles mediante señal lumínica de que los ha detectado y que está pronto a iniciar su marcha.

El asiento de seguridad infantil se ha reconfigurado para que pueda girar, de tal modo que sea más fácil la entrada y salida del bebé. El asiento contiene cámaras para vigilar al infante, a la par que sensores biométricos nos indican su estado, ritmo cardiaco, vigilia/sueño y demás información relevante para los padres que se presenta en la consola central. El asiento también incorpora el sistema Pre-SAFE que ajusta todos los cinturones un momento antes de la previsible colisión, desplegando el protector de impacto lateral de la puerta.

Finalmente, el triángulo de seguridad es un pequeño dron con ruedas que se aleja automáticamente del vehículo tras una colisión advirtiendo al resto de usuarios de la carretera de la presencia de un accidente. Un segundo triángulo de advertencia se despliega en el techo para mayor visibilidad, advirtiendo que es un vehículo sin conductor.

Pero como auténtico laboratorio rodante, el vehículo de Mercedes experimenta con una variedad inmensa de tecnologías, como el sistema Pre-Curve que equipa cinturones activos que responden a la llegada a las curvas para sujetar a los pasajeros evitando que las fuerzas G los lancen contra las puertas. El sistema se anticipa a las curvas mediante el posicionamiento GPS y una cámara frontal.

El sistema de iluminación lateral, envía un haz de luz intenso en las intersecciones anticipando su llegada. El vehículo cuida de su entorno incluos estando estacionado, y puede advertir a otros de la presencia de un usuario vulnerable en la trayectoira (en la imagen un ciclista cruza por delante de un aparcamiento justo cuando quiere entrar otro vehículo).

El sistema Pre-SAFE Impulse Rear, es una especie de baile de inercias que en primer lugar acelera antes del impacto para pegar los cuerpos a los asientos-reposacabezas dejando algo más de espacio al vehículo que le sigue para frenar, e inmediatamente aplica los frenos al máximo de su capacidad para tratar de evitar la colisión o de reducir la energía del impacto. Tras chochar vuelve a activar los frenos para no quedar demasiado cerca del vehículo que le precede.

Sentarse en un vehículo autónomo y no ponerse el cinturón de seguridad será imposible. Los propios asientos empujarán a los pasajeros para que se lo coloquen. La idea es facilitar coger el cinturón y abrocharlo. Hasta que no lo hagamos, no podremos utilizar los puertos de recarga del móvil que están en las hebillas de los cinturones. Los cinturones estarán dotados de calefacción para invitar a los pasajeros a quitarse los abrigos que eliminan parte del efecto beneficioso de los mismos.

Siendo autónomo, en caso de colisión los pedales se retraen, el volante adquiere diseño plano y los hombros están protegidos por airbags que salen del propio asiento.

El FSE 2019 es un auténtico laboratorio rodante que nos acerca el futuro hoy.

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