La mayor parte de sistemas de seguridad activa están pensados para el automóvil, con mayor disponibilidad de espacio y de energía eléctrica, pero en las motos hay una gran hándicap a este respecto. Mediante el sistema patentado por Damon los sensores de la moto recopilan toda la información de los sensores de abordo por parte del sistema informático de abordo y se envía la información vía 5G a una central que analiza los datos del conjunto de vehículos y emite señales de advertencia a aquellos vehículos en peligro de colisión.
En dichas circunstancias la moto emite una serie de advertencias acústicas y visuales, y en caso de estar a punto de colisionar prepara los reposapiés del vehículo. Pero la principal ventaja es que ajusta la velocidad de los vehículos para pasar limpiamente por la intersección sin que haya riesgo de colisión.
El sistema de Damon es especialmente útil para los colectivos más vulnerables de la carretera como los motoristas. La compañía canadiense espera poder lanzar el sistema antes de 2030, evitando hasta un diez por ciento de los accidentes. Algo especialmente útil en caso de flotas de empresas, como las motos de reparto o el motosharing.
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