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Las colisiones por impacto lateral representan un tercio de las muertes en las carreteras alemanas, o unos 700 muertos al año. El airbag lateral de ZF logra disminuir la gravedad de las lesiones de los ocupantes en un 40%, gracias a que impide la penetración del vehículo intruso en un 30%.
El sistema de seguridad diseñado por ZF amortigua el impacto al incrementar el tamaño de la zona de deformación lateral con el despliegue de un gran airbag de 280 a 400 litros unos milisegundos antes del impacto.
El airbag de ZF está conectado con el resto de airbags del interior, pero se despliega cuando lo indican el sistema de sensores de alerta del vehículo. El problema del sistema es que puede desplegarse en casos en los que no se va a producir una colisión inminente, incrementado el riesgo de otros usuarios de la vía como los motoristas o ciclistas que pasen próximos al automóvil.
El sistema de despliegue actúa en tan solo 150 milisegundos, tiempo que tarde en evaluar la situación y detonar el mecanismo. Ese es el tiempo que tarda una persona en parpadear, y es el tiempo del que dispone el sistema de cámaras, radar y lidar, junto con los algoritmos del sistema de valoración del riesgo para tomar la decisión.
Dado su gran tamaño, 5 veces más que uno convencional, los problemas surgen en caso de fallo del sistema (como hemos visto ampliamente con los airbag de Takata). Un airbag que se despliegue sin accidente podría terminar siendo un problema para la seguridad vial. También habría que avaluar su eficacia para reducir las lesiones en impactos con motoristas, algo que no se menciona por parte del fabricante alemán.
