El Gobierno anunciaba hace un año que reducir el límite de velocidad en 10 km/h (de 90 a 80 km/h) adicionales supondría 400 muertes menos al año en las carreteras. Pero tras el primer año se comprueba que la cifra es muy inferior y que ni siquiera es concluyente, según el Comité de Evaluación Independiente (ILC).

El Consejo Nacional de Seguridad Vial anunció el pasado 9 de julio que se redujo el número de muertes en 206 entre el 1 de julio de 2018 y el 30 de junio de 2019, pero si comparamos el número de muertes en carretera entre julio de 2017 y junio de 2018 (3.344) con el período de julio de 2018 -Junio ​​2019 (3.239), la caída es de solo 105 muertos. Lo que han hecho para lograr la cifra de 206 es comparar la cifra con la media de los últimos cinco años.

Pero a un año vista la medida de reducción de velocidad ha conseguido la cuarta parte del objetivo anunciado por el Gobierno de nuestra vecina Francia.

Aunque incluso dicha cifra resulta discutible porque no hace referencia a las muertes en las vías con límite 80 km/h sino a todo tipo de carreteras, ya sean estas vías rápidas, carreteras nacionales o comarcales. En algunas carreteras interurbanas el límite se ha reducido a 50 o incluso 70 km/h, por lo que resulta especialmente difícil determinar el impacto del límite 80 km/h.

Fuente: Moto-Statio