Los candidatos también hacían uso de minicámaras para grabar las preguntas del examen teórico de conducción. Eran sobre todo ciudadanos de origen magrebí que abonaban 1.500 euros para obtener la licencia de conducción de manera fraudulenta.
Una vez abonado el importe eran trasladados a Murcia o Albacete para la realización de los exámenes. Pero su procedimiento despertó las sospechas de la Guardia Civil porque se presentaban a los exámenes de forma inmediata sin haber acudido antes a clase ni estudiar.
El chip implantado en el oído era tan pequeño que los detenidos tuvieron que ser trasladados a un hospital para que se lo retiraran. El ingenio se introduce en el oído mediante un pequeño palo dotado de un imán y se puede adquirir vía online por 140 euros.
Las detenciones por presentarse a exámenes con algún medio electrónico para la estafa se han sucedido en los últimos tiempos. Se han detectado tramas similares en Mallorca y Murcia.
Fuente: elperiodicodelmediterraneo