La moto eléctrica alcanza el 5% de penetración en el mercado frente al escaso 1% del coche eléctrico. La moto eléctrica se está convirtiendo en el aliado fundamental para transformar la movilidad, por lo que las administraciones deben avanzar en su coordinación con la industria.
El Mundial de MOTOe está sirviendo para dar visibilidad a la moto eléctrica, pero también para la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que solventen los problemas de este tipo de vehículos: batería pesadas y con escasa autonomía, tiempos de recarga, posibilidad de intercambio de baterías, etc.
Las empresas están realizando grandes inversiones en I+D+i que no están encontrando su reflejo en la Administración. La renovación del parque es esencial para reducir la huella de carbono en los grandes núcleos urbanos. La transición ecológica es impensable sin los vehículos eléctricos, y la moto se posiciona en primera posición.
Un apartado esencial para la evolución del mercado de motos eléctricas es la creación de una infraestructura de recarga especialmente importante en el centro de las ciudades.
A este respecto José María Riaño, secretario general de ANESDOR, ha destacado que “la moto eléctrica es un vehículo perfecto para circular en ciudad. Combina las ventajas ambientales que presenta la tecnología eléctrica y las de movilidad intrínsecas de la moto: contribución a la descongestión del tráfico, reducción de los tiempos de desplazamiento y ahorro económico para los usuarios tanto en la adquisición como en el mantenimiento”.
“No obstante, cabe destacar que en el ámbito urbano la gran mayoría de las motos de combustión que circulan son pequeñas, con consumos por debajo de los 2 litros, lo que las convierte en vehículos extremadamente eficientes en este sentido y con una huella ambiental muy baja en comparación con otros medios de transporte”, ha asegurado.
Fuente: ANESDOR