La suspensión inteligente (que no activa) de Honda recurre a un pequeño acelerómetro instalado en la rueda delantera que mide en el eje vertical varias miles de veces por segundo.
Basándose en el número de oscilaciones por segundo y la amplitud entre dos mediciones ligeramente espaciadas en el tiempo, la amortiguación de Honda puede predecir la superficie (plana y lisa o terreno abrupto) y adaptarse a la misma en la siguiente fracción de segundo.
La patente parece mostrar los modelos que equiparán este tipo de suspensiones inteligentes, la Honda CRR450L y similares.
Fuente: Morebikes