La Unión Europea ha fijado 2022 como la fecha a partir de la cual todos los vehículos nuevos deberán contar con dispositivos de ayuda a la conducción ADAS. 

Entre los diez aprobados figuran la caja negra, sistema inteligente de asistencia a la velocidad, seguimiento de la atención, detección de marcha atrás, parada de emergencia, frenado de emergencia avanzado, bloqueador de alcoholemia, mantenimiento de carril, control de la presión de los neumáticos, zona aplicada de protección de impactos en la cabeza, o visión directa.

No todos los dispositivos son obligatorios para los turismos en 2022. La visión directa será obligatoria para camiones o autobuses en 2025. Consiste en un sistema de visión de ángulos muertos frontales y laterales.

Algunos de los dispositivos buscan una mayor protección para los peatones, ciclistas y motoristas en caso de atropello. Ese es el caso de la zona ampliada de protección contra impactos en la cabeza. Se amplían los requisitos de seguridad pasiva en la colisión frontal y lateral.

El control de la presión de los neumáticos debería de ser obligatorio también para las motocicletas. Pero de momento solo será de aplicación para los automóviles de nueva producción.

La frenada de emergencia avanzada, es la activación automática de los frenos y otros sistemas activos de protección a los ocupantes del vehículo en caso de detectar la presencia de un obstáculo en la trayectoria. Dichos sistemas no están exentos de polémica por que se pone en duda su fiabilidad en caso de los usuarios más vulnerables, especialmente los motoristas, pero también peatones y ciclistas.

El sistema inteligente de asistencia a la velocidad no actúa como un limitador, sino que solo informa al conductor mediante diferentes tipos de señales de advertencia sobre la superación de los límites de velocidad.

Pero quizá el elemento más polémico sean las cajas negras. Uno sistemas que van grabando información relativa a la conducción como la velocidad, activación de los frenos, alertas o airbags. La información no se podrá vincular a un conductor o a un vehículo, no podrá ser utilizado para imponer multas o en juicios para establecer la responsabilidad de un siniestro. Su principal utilidad es la investigación de los siniestros con el fin de avanzar a mayor velocidad en el desarrollo del vehículo autónomo.

Fuente: El País