El centro histórico de la ciudad gallega se ha convertido en un espacio en el que conviven peatones, ciclistas y vehículos a motor. Motos y automóviles podrán seguir accediendo a dichas calles pero su velocidad máxima no podrá supèrar los 10 km/h con el fin de favorecer la convivencia con los usuarios más vulnerables de la vía.
A partir de ahora los vehículos que sobrepasen los 11 km/h podrán ser sancionados por exceso de velocidad, por lo que Pontevedra ostenta el límite de velocidad más bajo de todo el país.
La medida será de aplicación en todas las calles de plataforma única rebajando el límite existente hasta el momento de 20 km/h a 10 km/h. Las calles bajo el nuevo límite serán las de Michelena, Virxe do Camiño, Benito Corbal, Arzobispo Malvar, Herreros, Rúa do Gorgullón, Plaza de España y A Peregrina.
Trece nuevas señales indicarán en la zona el nuevo límite de velocidad: “Se ha demostrado, a través de estudios, que cuanto mayor es la velocidad a la que circula el vehículo, mayor es el número de accidentes que se producen, pero también aumenta exponencialmente la gravedad de los mismos. La prioridad es que se entienda que la calle no es solo un lugar de paso para los vehículos. Por tanto, el que quiera circular por zonas donde tienen preferencia los peatones, deberá de adaptarse a su velocidad", explica Demetrio Gómez, concejal de Movilidad de la ciudad.
Fuente: El Confidencial