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El EICMA 2019 nos ha traído una buena dosis de novedades, sorpresas y emociones fuertes. Una de las menos esperadas ha sido la confirmación de que Kawasaki trabaja en un proyecto eléctrico, aunque de momento solo es un prototipo de pobre performance.
Kawasaki abrió de par en par su proyecto de motocicleta eléctrica de la que ya habíamos publicado algunos informes derivados de patentes. Como la patente sobre la apertura lateral del chasis para incorporar la batería.
Ahora tenemos más detalles del proyecto. No es una superdeportiva eléctrica, sino una versión basada en la Kawasaki Ninja 125 (chasis de la Ninja 400). Una variante pensada para la ciudad y los cortos recorridos por carretera que cuenta con un pequeño motor eléctrico de 13 CV continuos y 27 CV pico, que está acoplado a un embrague y una caja de cambios de cuatro velocidades (patente).
Si la potencia no deslumbra, el peso del conjunto nos dejará helados “219 kg”, y todo ello con una batería que apenas aporta autonomía para 100 kilómetros.
Está claro que estamos ante los primeros pasos del proyecto, y que Kawasaki no ha optimizado ni capacidad de la batería ni peso de la moto. Al tratarse de un prototipo es de suponer que se está evaluando otros asuntos no menos importantes como la gestión del calor de la batería (patente 1, patente 2), su entrega de potencia, la frenada regenerativa (patente) o el comportamiento del nuevo chasis accesible de manera lateral (patente).
Las primeras patentes del modelo datan de 2014, e intuimos que aún quedan un par de años más antes de ver un resultado comercializable. Permaneceremos sintonizados…
