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Castigos más duros, ante el fuerte incremento de muertes de motoristasImprimir
5 de Enero de 2020
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Castigos más duros, ante el fuerte incremento de muertes de motoristas

Fernando Grande-Marlaska hizo públicas las cifras de siniestralidad correspondientes a 2019 junto con las nuevas medidas a adoptar para reducir la siniestralidad en el colectivo motorista. Si las cifras de siniestralidad son históricamente bajas, las de muertes de motoristas han vivido un peligros repunte en el año que finaliza.

En 16 casos de los 264 motoristas fallecidos en 2019 no llevaban puesto el casco de seguridad. Una imprudencia tan asombrosa como inaceptable y que no se puede tolerar a estas alturas. Por ello habrá sanciones más duras: de 3 se pasa a perder 4 puntos del carné (lo mismo que no llevar puesto el cinturón de seguridad); del mismo modo el uso del móvil durante la conducción se sancionará de manera especialmente dura, pasando de 3 a 6 puntos.

Junto con las medidas disuasorias se promoverá el uso del chaleco airbag entre los motoristas. Una prenda que cuesta unos 400 euros de media y no solo permitiría salvar vidas, sino también disminuir la gravedad de las lesiones. La medida ha sido consultada previamente con colectivos motoristas como la propia Mutua Motera. La intención es divulgar las bondades de su uso en una fase incial, para pasar a legislar sobre su uso obligatorio en un futuro no muy lejano.

La batería de medidas no quedan ahí, también se identificarán los 100 tramos más peligrosos para el colectivo motero. Unos tramos en los que se intervendrá de manera intensiva para reducir su siniestralidad mediante una mejor señalización y otras medidas de seguridad complementarias.

Marlaska considera a la moto deportiva utilizada en fin de semana por carreteras secundarias como la principal responsable de tan alta siniestralidad. En muchas ocasiones son conducidas por conductores con poca experiencia y de manera temeraria. La mayor parte de los siniestros mortales han sido por salida de vía.

En este sentido ya se ha reducido el límite máximo de velocidad en carreteras convencionales de 100 km/h a 90 km/h, en línea con las políticas seguidas en otros países de la Unión Europea. La medida se ha reflejado en la reducción del número de víctimas mortales en dichas vías, que pasa de 884 en 2018 a 800 (una reducción del 9,5%). La reducción de víctimas ha sido especialmente intensa en las vías en las que había límite 100 km/h, pues las que ya tenían limitaciones de 90 km/h apenas han visto reducida su siniestralidad.

Fuente: ABC

 
 
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