La medida para proteger la calidad del aire y el medio ambiente es de las más vanguardistas de Europa, y supone una fuerte presión para los fabricantes de vehículos que deberán adaptar sus gamas en un estrecho margen de tan solo 15 años.
Muchos dudan de la capacidad del sistema de producir 2,3 millones de unidades eléctricas al año solo para abastecer el mercado del Reino Unido, sin contar con el resto de mercados importantes como China, Europa o EE UU.
La actualización de la fecha a 2035 elimina la anterior acordada por el Gobierno del Reino Unido en 2017, y que fijaba un plazo algo más cómodo para la industria en 2040. Lo más preocupante es que el Gobierno de Boris Johnson advierte que la última tampoco será la fecha definitiva, y que en función de cómo evolucione la tecnología eléctrica en los próximos años se podrían producir nuevos adelantos a 2030 o incluso antes.
Desde la poderosa Asociación de Automovilistas británicos (AA) se ha indicado que estas medidas cuentan con el apoyo de la mayoría de los conductores, pero que serán necesarias inversiones adicionales de la Administración para lograr expandir suficientemente la red de recarga y preparar el sistema eléctrico del país para semejante aluvión de eléctricos.
Fuente: forococheselectricos