Las compañías telefónicas realizarán un seguimiento de los móviles de los conductores o de las tarjetas SIM integradas en los vehículos más modernos, para obtener información sobre su conducción. En 2017 se destinó un presupuesto de 160.000 euros del SCT para obtener datos sobre la velocidad media utilizando la conectividad móvil.

Según indican las compañías no se recoge ningún dato personal de las personas a las que se hace seguimiento de sus móviles, por tanto pueden recopilar datos “anónimos” de la media de velocidad de todos los vehículos.

La idea pasa por obtener información de los vehículos conectados y de sus sistemas de navegación, en tramos de aproximadamente 1 kilómetro y en periodos de 1 minuto.

Con la información recopilada, Trànsit podrá predecir con bastante precisión el estado del tráfico en determinada zona, y saber si se ha producido algún incidente en una determinada calle con alertas tempranas.

El objetivo no es multar sino estirar los límites de lo posible la nueva movilidad conectada, con el desarrollo de predicciones más acertadas del comportamiento del tráfico y con mayor rapidez de actuación en caso de accidente.