Oslo ha reducido el tráfico de automóviles, rebajado los límites de velocidad, mejorado la infraestructura e introducido las llamadas zonas Core (hjertesoner) alrededor de los centros escolares.
Todo el centro de Helsinki es ahora una Zona 30, y las áreas residenciales se han diseñado para reducir la velocidad de circulación. Los cruces peatonales son elevados, y se han añadido más rotondas.
El resultado ha sido el logro de las "cero muertes" a nivel nacional por atropellos a menores de 0 a 15 años. Y que Noruega haya logrado la tasa de mortalidad vial más baja de toda Europa, según el informe PIN basado en datos de 2018.
La mortalidad en el resto de accidentes también ha disminuido, Oslo solo reportó la muerte de un conductor de automóvil en 2019, mientras que Helsinki informó de la muerte de un conductor de turismo y dos motoristas.
Fuente: ETSC