Lombardía es la región más duramente golpeada por la pandemia de COVID 19. Milán es el centro de la capital de la región, y la capital económica de Italia. Ahora anuncia sus medidas para la reactivación de la actividad, con una menor apuesta por el transporte público y un intento por frenar el masivo uso de automóviles. Un uso que llevaría a más graves problemas medioambientales.

El nuevo plan de movilidad `Strade aperte´, contempla la creación de 35 kilómetros de carriles bici y áreas peatonales. El ayuntamiento también potenciará el uso de patinetes y motocicletas eléctricas. Las obras comenzarán en mayo, al igual que las limitaciones en el número máximo de viajeros que pueden ir en los diversos transportes públicos (metro, tranvía y autobús).

En relación a la contaminación de los automóviles, se creará una gran Zona 30, un limite de 30 km/h que en numerosas calles no solo contribuirá a reducir los atascos, sino también la mortalidad de los accidentes de tráfico. Las “zonas de prioridad peatonal” también serán accesibles por motos y automóviles, pero el límite será de 15 a 20 km/h.

"El transporte público no podrá llevar el mismo número de personas, y si todos los desplazamientos se pasan a realizar en coche se creará un gran problema ambiental", aclara el concejal de Movilidad de Milán, Marco Granelli. "Serán cambios permanentes, se harán obras para moderar el tráfico en algunos lugares, pero en la mayoría de casos basta con trazar marcas en la calzada".

Fuente: laSexta