Los desplazamientos en moto reducen los atascos y los tiempos por trayecto. Esto lleva a menos emisiones contaminantes. El tiempo ganado en los desplazamientos ayuda a la conciliación familiar de los ciudadanos.

Barcelona ha destacado en las últimas décadas por ser una de las capitales europeas de la moto. El área metropolitana de Barcelona acoge un parque de 490.000 motos.

La gran proporción de motos la sitúan en la avanzadilla de las ciudades más moteras. Un factor que podría ser de gran ayuda cuando comienza el desconfinamiento posterior a la pandemia por COVID 19.

Utilizar la moto es compatible con otras formas de desplazamiento como caminar o utilizar la bicicleta. Su ventaja estriba en que se pueden alcanzar distancias mayores en mucho menos tiempo. Las grandes ciudades no pueden confiar trayectos diarios de decenas de kilómetros a medios tan poco veloces como la bici.

La reducción de aparcamientos dedicados a las motos no puede ejecutarse sin antes ofrecer una alternativa a los ciudadanos. El consistorio debería aclarar qué áreas de la ciudad serán utilizadas para la creación de más áreas específicas de aparcamiento sobre la calzada.

Fuente: ANESDOR