El Salón del Automóvil de la ciudad japonesa de Kobe, ha sido el escenario elegido para la presentación de la nueva superdeportiva de pequeña cilindrada de Kawasaki. Las deportivas de pequeña cilindrada no son tan apreciadas en los EE UU y Europa como en los países asiáticos, pero aún así tienen su propio nicho.

Lo que han hechos los japoneses con la hermana pequeña de la gama, es tomar muchas tecnologías propias de las Ninja ZX-6R y Ninja ZX-10R, y volverlas realidad con cilindros de tan solo 75 cc.

Hablamos de un motor de cuatro cilindros en línea con inyección de combustible y culata de 16 válvulas DOHC, que si se apura en la cumbre de sus 17.000 rpm alcanza los 50 CV de potencia. Una cifra impactante más propia de una quinientos que de una dos y medio.

Para lograr girar a tan altas revoluciones sin gripar la mecánica, la casa de Akashi ha reunido todos los materiales más modernos y de mejor calidad que se pueden fabricar hasta el momento. El chasis es de tubos de acero a imitación de la H2, el basculante de aluminio, la horquilla Showa Big Piston regulable no desmerece, como tampoco el freno de disco con pinza radial.

Además, se le ha dotado de toda la electrónica esperable en cualquier Ninja de cilindrada superior, es decir, tendrá: control de tracción, varios mapas de motor y caja de cambios electrónica, entre otros.

Hasta aquí pinta un juguete verdaderamente completo y tecnológicamente avanzado… tanto que el precio está al nivel del resto de sus hermanas, en torno a los 9.000 euros. 

Se espera que la producción sea reducida y se comercialice especialmente en el sudeste asiático y el propio Japón.

Fuente: Young Machine