Las estadísticas del departamento de movilidad y transporte de DG Move (Comisión Europea), muestran que a 50 km/h la probabilidad de morir en atropellos a peatones, motoristas o ciclistas es del 45%. Cifra que se reduce a tan solo el 5% si la velocidad máxima de la calle es de 30 km/h.
La diferencia es muy considerable y la estadística es coincidente con otra similar realizada por la Royal Society for the Prevention of Accidents del Reino Unido. Esto ha llevado a muchas asociaciones y colectivos de peatones, ciclistas y motoristas hayan reclamado insistentemente la imposición de límites inferiores en las calles de las ciudades.
Con la llegada de la nueva normalidad, muchas ciudades están recurriendo a una política de movilidad en la que se da prioridad al vehículo privado sobre el transporte público. Esto ha llevado a la habilitación de numerosas Zona 30 en las que conviven vehículos de movilidad personal, con bicicletas, ciclomotores y motocicletas.
La reciente ola de reducciones de velocidad que se suceden por las ciudades de todo el mundo pueden contribuir en próximas fechas a una considerable disminución de las muertes derivadas de accidentes de tráfico.
En Canadá se ha constatado una reducción del número de accidente por atropello del 28%, y de las lesiones graves y mortales por accidente del 67%. En Nueva York se aprecian reducciones del 9%.
En Europa se ha extendido el uso de la Zona 30 en ciudades de Alemania, Dinamarca, Holanda y Suecia, que las han ido ampliando en los últimos 30 años. En Austria se ha comprobado reducciones del 24% en las lesiones graves.
Sin embargo hay que diferenciar entre las virtudes de una Zona 30 y una calle con "límite 30 km/h". En el primer caso se recurre a diversos elementos para reducir la velocidad de la vía, como áreas elevadas, chicanes, radares y otros elementos de seguridad. Una calle con límite 30 solo dispone de señales de tráfico que así lo indican.
A partir de 2022 entrará en vigor la 'Adaptador Inteligente de Velocidad' en todos los automóviles nuevos comercializados en la UE. Esto significa que el vehículo sabrá por qué zona circula y adaptará la velocidad de manera autónoma evitando los despistes de los conductores.
Existe un deseo generalizado de límites de velocidad más bajos en las zonas urbanas. Los residentes en Zona 30 generalmente apoyan la media, y aprecian especialmente la ganancia en calidad de vida, con mayor seguridad y posibilidad de disfrutar del entorno.
La Zona 30 se abordó en la Declaración de Estocolmo del pasado mes de febrero después de que expertos de todo el mundo se reunieron en la capital sueca para la Tercera Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial.
La Declaración de Estocolmo tiene como objetivo reducir las muertes por tráfico en un 50% para 2030, al introducir un límite de velocidad de 30 km / h en todas las áreas residenciales en 140 países. También tiene como objetivo "acelerar el cambio hacia modos de transporte más seguros, más limpios, más eficientes y asequibles de energía y promover niveles más altos de actividad física como caminar y andar en bicicleta, así como integrar estos modos con el uso del transporte público para lograr la sostenibilidad".
En la conferencia se estableció una lista de 18 resoluciones que vinculan la seguridad vial con el desarrollo sostenible, por lo que los 30 km / h deberían convertirse en el estándar en todos los lugares donde coexisten automóviles, motoristas, ciclistas y peatones.
Fuente: its international
