Esa ha sido una de las últimas multas impuestas a un motorista que no respetó el metro y medio de distancia mínima en los adelantamientos. Las motos camufladas se infiltran en aquellas zonas con mayor densidad circulatoria, especialmente si en ella circulan muchos motoristas, y comprueban que todo se produce conforme a la norma.
Sanxenxo ha sido uno de los lugares elegidos este verano para poner a prueba la efectividad de la vigilancia mediante motocicletas camufladas. Pero también hay patrullas en la carretera PO-552 entre Baiona y A Guarda, y en la N-541, subida a Paraño, entre otras.
Fuente: La Voz de Galicia