Pagar-por-circular no consta en el pacto de gobierno del bipartito firmado en 2019, recalca desde PSC la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón.
Pero no es el único punto de fricción dentro del bipartito. Los bloques de hormigón que separan los carriles y que en teoría deberían de dar más terreno a los peatones quitándoselo al tráfico rodado costaron 150.000 euros al área de Urbanismo, y podrían llegar a ser penalmente punibles por parte del colectivo motorista.
Alarcón nos recuerda que los bloques de hormigón “no son adecuados para el Siglo XXI”, por lo que “revisarán los elementos urbanos”. Lo que incluye el pintado del asfalto. Otro elemento sumamente polémico por la complejidad y confusión que agrega al conductor… un `urbanismo táctico´ que pocos entienden.
Finalmente, desde Movilidad proponen favorecer la carga y descarga, y las paradas de taxis.