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26 de Junio de 2014
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Tráfico afronta un difícil verano por el aumento de la siniestralidad

La Operación Especial de verano arranca el 4 de julio con una previsión de 79 millones de desplazamientos y Tráfico podría ver como definitivamente se invierte la tendencia tras el notable (- 12%) descenso de muertes en 2013.

El objetivo principal de la DGT será disminuir la cifra de 232 víctimas mortales que se cobraron las carreteras el verano pasado. Un periodo en el que el número de fallecidos descendió en prácticamente todas las vías, tipos de vehículos y edades.

Junto con el anuncio del inicio del dispositivo especial de verano, la Directora General de Tráfico, María Seguí, ha querido dar cuenta hoy en rueda de prensa no sólo del despliegue para este operativo en los meses de julio y agosto sino, sobre todo, de los datos ya cerrados y definitivos de la siniestralidad vial en 2013.

En total se registraron 89.519 accidentes con víctimas, 1.680 fallecidos - 223 menos que en el año anterior - y 5.529 heridos de gravedad. Los datos de 2013 hacen que España haya avanzado del séptimo al quinto puesto de la UE en tasa de fallecidos por millón de habitantes, por detrás de Suecia con 28, o Reino Unido, Dinamarca y Países Bajos y, muy por debajo, ha destacado Seguí, de la tasa media europea, que se sitúa en 52 muertos.

"No les quepa ninguna duda de que trabajaremos para rebasar esa diferencia de 18 puntos con Suecia sino también para excederla", ha declarado Seguí tras recordar que el parque de vehículos disminuyó un 1 por ciento - 32.616.105 vehículos- y que el censo de conductores sigue estable en 24.401.660.

Precisamente, son estos dos factores, los coches y los conductores, donde Seguí remarca los principales "peros" del balance definitivo de siniestralidad.

En el caso de los coches, el parque cuenta con una media de edad de diez años, si bien los vehículos implicados en los accidentes mortales el pasado año tenían un promedio aún mayor, 12 años. La antigüedad del vehículo, ha insistido la máxima responsable de Tráfico, es un elemento añadido de riesgo con respecto a los coches con menos de 5 años.

También preocupa la edad de los conductores y su envejecimiento paulatino que avanza en paralelo a la población. El 13,6 por ciento de los conductores tiene 65 años o más. De hecho, en 2013 los únicos grupos con más fallecidos con respecto al anterior fueron los de 65 a 74 años (un 2%) y los de 55 a 64 (un 1%). En 2013, la edad media de los fallecidos se situó en 50 años, tres más que en el año anterior.

Fuente: La Vanguardia

 
 
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