MV Agusta consigue salvar los muebles mediante su plan quinquenal de refinanciación de la deuda. Un proceso de reestructuración de la deuda que ya había sido aprobado por los diversos socios acreedores y que solo estaba pendiente del visto bueno definitivo del tribunal.
La firma italiana tiene ahora un año para liquidar las deudas con los acreedores principales, otro año para los no principales y cuatro más para los acreedores sin privilegios.
Esto aleja el riesgo de quiebra por los 50 millones de euros adeudados, y representa la continuidad del acuerdo de marzo de 2016 con la salida de AMG Mercedes del accionariado y la entrada de la familiar rusa Sardarov (con el 49%).
La producción se reanudó con normalidad en julio de 2017.
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