“La infraestructura ha quedado tonta”, afirma el ingeniero español Yago Díaz Pineda, en relación al gran avance que ha sufrido las tecnologías de los vehículos en los últimos tiempos, un avance que no parece seguir al mismo ritmo las infraestructuras de las carreteras.

El impacto del Big Data y del Internet de las Cosas en la movilidad será tremendo, lo que supondrá el manejo de grandes bases de información que deberán circular sin trabas por la red para permitir el normal flujo de tráfico.

Por ello se deberá tomar en consideración la intervención de hackers, virus y demás riesgos que habitualmente aquejan a la red de redes, aunque en esta ocasión para preservar la seguridad vial.

Este gran flujo de datos deberán ser gestionados por los municipios en detrimento de un gobierno nacional o de los estados provinciales, que deben limitarse a crear un marco regulatorio estable y homologado para todo el país, según indicó Axel Dell de Argentina.

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