Para comenzar, se denominará “multa” a lo que antes se identificaba como “Notificación de denuncia de incoación de expediente sancionador”. Esta es una forma de simplificar el lenguaje para llegar a la ciudadanía de la forma más sencilla y trasparente posible, con un lenguaje inclusivo.
Lingüistas, diseñadores, juristas… el nuevo modelo de multa es más visual y claro. Su diseño mediante el abundante uso de imágenes y listas, cuenta con una redacción más clara y una paleta de colores específica.
El nuevo diseño se acompaña de una Guía práctica de Comunicación Clara con “claves, ejemplos y recomendaciones de comunicación para el personal municipal”, según ha explicado la portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre.
Los ciudadanos “tienen derecho a entender todas las comunicaciones del Ayuntamiento”, especialmente en el apartado de multas, que es una de las que más comunicaciones genera con más de 2 millones al año. Para ello se debe proteger los derechos de los ciudadanos a la par que se utiliza un lenguaje menos técnico.
Todo ello redundará en una mayor proporción de prontopago, o pago voluntario de la multa. El periodo de pago voluntario ha evolucionado mucho desde 2005 cuando solo se pagaban voluntariamente el 12% de los multas, mientras que ahora se supera el 50%. A menor incumplimiento menor número de notificaciones, menos multas y menor importe a abonar.
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