La edición de 2018 contará con una firma histórica. La belga Sarolea fabrica vehículos de dos ruedas desde 1892, aunque la marca quebró en 1963 y no fue hasta 2014 cuando decidieron refundarla como una nueva marca de motos eléctricas.

Desde su nueva aparición, a Sarolea se la ha asociados con las disputadas pruebas del TT Zero en la Isla de Man, e incluso estuvo entre las candidatas a formar parte de la nueva categoría eléctrica de MotoGP. Loris Capirossi llegó a probar el prototipo que finalmente no pudo competir con el modelo de serie de Energica (Italia).

Pese a esta derrota, y a que ya no participará más en el Tourist Trophy, Sarolea mantiene su vocación deportiva como lo demuestran apostando por una de las pruebas de resistencia más duras que existen. Tendrán que medir sus fuerzas con otras motos convencionales en una prueba que se prolonga durante toda un día.

Sus bazas serán los 204 CV de potencia de su motor con 450 Nm de par y una autonomía de 330 km, gracias a su pack de baterías opcionales de hasta 22 kWh (14 kWh de serie). Su gran peso y velocidad máxima limitada a 240 km/h será su gran hándicap. Algo que esperan compensar con una mayor regularidad al no tener que parar en boxes tantas veces. Una moto convencional lo hace cada 50-55 minutos.

Además cabe esperar que el modelo de competición supere dichas cifras, que son recogidas de la ficha técnica del vehículo de calle. De la Sarolea Manx7 se venderá una serie limitada de 500 unidades en las que no se escatima en sus componentes: suspnesiones Öhlins FGRT-200 delante, TTX36 detrás, pinzas Beringer radiales de cuatro pistones, chasis monocasco y basculante en fibra de carbono, llantas OZ en aluminio forjado (carbono o magnesio en opción), conectividad 4G y sistema de carga rápida, por un precio entre los 42.975 y los 48.760 euros según opciones.

Fuente: Sarolea