Los drones de Burdeos han demostrado ser unos asistentes sumamente eficientes en su labor de prevención. Aunque todavía no son capaces de controlar la velocidad, son capaces de detectar entre 15 y 20 infracciones por hora, o lo que es lo mismo, una multa a la hora. En este caso la mayor parte de las multas son de vehículos que circulan sin el seguro obligatorio.
La gendarmería francesa utiliza dos tipos de drones: uno de fácil utilización y autonomía limitada a 30 minutos, su fácil transporte y despliegue permite un uso discrecional que ha resultado ser muy efectivo en la lectura de placas de matrícula en una zona de control; el segundo aparato es más grande y de mayor autonomía de vuelo (2 horas), pero su cámara no ha resultado del agrado de las autoridades. En ambos casos los drones trasmiten los datos a la tableta de telepilotaje del piloto y a un Smartphone del jefe del dispositivo.
En ambos casos se ha explorado la utilidad en la detección de infracción por no respetar señales de STOP, no respetar la distancia de seguridad, no llevar casco, o seguir trayectorias de huida en los controles de carretera.
Esta eficiencia ha llevado al Ministro de Interiores francés a plantearse la retirada de parte de los helicópteros para ser sustituidos por drones con un menor gasto operativo.
Antes de su plena implantación queda por superar algunos obstáculos tales como el riesgo de accidente en caso de avería del aparato y caída sobre la calzada, la calidad de las ópticas o cuestiones de índole jurídico.
Fuente