Fuentes de la Policía Nacional de la provincia de Alicante han explicado su modo de operación. Tras el robo de las motos, estas eran trasladadas en furgoneta de alquiler hasta la vivienda (también de alquiler) de los delincuentes situada en Orihuela Costa (Alicante), donde sufrían un proceso de desguace.

Algunas de las piezas eran vendidas de forma directa, pero en otras ocasiones las motos volvían a ser montadas y vendidas en el mercado negro, fundamentalmente en el mercado polaco.

Las motos así reconstruidas eran guardadas en garajes según la investigación que comenzó el pasado 30 de noviembre tras el robo de una de las motocicletas en garaje comunitario.

La mayor parte de los robos se producían de noche en los garajes comunitarios, utilizando para ello llaves magnéticas, cizaña industrial para romper candados, una plataforma de madera con ruedas para mover las motos y una furgoneta de alquiler con las placas modificadas.

Hasta el momento se han recuperado cuatro motocicletas completas en diverso estado de modificación y multitud de piezas de otros modelos.

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