"La Guardia Civil no podía dejar pasar la ocasión sin mostrar una vez más su apego al más rancio boato que le caracteriza" en un comunicado indican que "En un nuevo pase del NODO en pleno siglo XXI, un sacerdote ha procedido solemnemente en ambos actos a rociar con agua bendita tanto las motocicletas como a los agentes que formaban junto a ellas".
Un acto que según explican permite que las motos queden “protegidas no sólo contra los enemigos del alma, mundo, demonio y carne, sino también frente a delincuentes e infractores, tanto creyentes como agnósticos, ateos o ciudadanos que profesen cualquier otro credo".
"La seguridad pública no es una cuestión de fe, sino de medios técnicos y humanos. Porque la delincuencia o la amenaza terrorista no se combaten con peregrinaciones a Lourdes ni con agua bendita, sino con chalecos antibalas individuales, vehículos e instalaciones adecuados, una formación actualizada y coordinación policial. Lo contrario es seguir anclado en los tiempos del blanco y negro".
Desde la AUGC se va a abrir una investigación para hallar a los responsables de tal acción. En las fotos se observa 18 nuevas motos de la Guardia Civil destinadas al destacamento de San Cristóbal de La Laguna en Santa Cruz de Tenerife.
Algunas de ellas están preparadas para realizar “controles dinámicos” de alcohol y drogas, algo para lo que ahora cuentan con innovadores medios técnicos y con la magia divina del “agua bendita”.
Fuente: AUGC