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Los 6 niveles de inteligencia del vehículo autónomoImprimir
31 de Enero de 2018
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Los 6 niveles de inteligencia del vehículo autónomo

Los vehículos sin conductor son, hoy por hoy, un tema más de laboratorio que de realidad comercial, pero automóviles con diverso nivel de automatización los podemos encontrar en cualquier concesionario. Si quieres saber cuáles son los seis niveles que llevan desde el vehículo “tonto” hasta el más “inteligente” te los explicamos a continuación.

La industria está incluyendo niveles de automatización de la conducción cada vez mayores. Desde la Unión Europea se quiere introducir muchos de estos ayudantes de la conducción electrónicos denominados ADAS, como parte del equipamiento obligatorio de los vehículos.

Desde 2014 existe una clasificación de 6 niveles para indicar el grado de automatización de un vehículo. Las especificaciones fueron recogidas por la Society of Automotive Engineer International, también conocido como el organismo de estandarización bajo norma SAE.

En 2016 se adoptó oficialmente desde la Administración Nacional de Seguridad del Transporte por Carreteras (NHTSA). De este modo se ayuda a los Gobiernos y organismos relacionados a la hora de aplicar nuevas leyes y normas de desarrollo e implantación.

La NHTSA, o DGT norteamericana, los define así:

Nivel 0: No hay ayudantes autónomos a la conducción, pero pueden presentar sistemas de alerta adicionales, como los indicadores de punto ciego.

Nivel 1: El conductor recibe cierta ayuda de la máquina. Esto supone que la dirección puede no estar bajo su completo control en determinadas situaciones, lo mismo que ocurre con el acelerador/frenos. En este primer nivel, no se suele producir la gestión de ambos sistemas al mismo tiempo. Son ayudas independientes como el control de velocidad, control de estabilidad, o control del cambio de carril, que observamos en muchos vehículos actuales.

Nivel 2: Es el siguiente nivel. Aquél que quiere imponer la UE en los próximos vehículos.  En este nivel el vehículo se hace cargo de la conducción en determinadas situaciones, a pesar de que el conductor no debe soltar el volante en ningún momento. Son los actualmente llamados “Pilotos automáticos”, los sistemas de estacionamiento automático, o los sistemas de frenada de emergencia, también entran dentro de este esquema.

Nivel 3: Un sistema que ha finalizado la fase de desarrollo y que se encuentra en su última fase de pruebas, por lo que lo podríamos ver pronto en vehículos de alta gama como el fufuro Audi A7. En el nivel 3 el vehículo controla la conducción a todos los niveles, pero necesita de la supervisión pasiva del conductor en caso de fallo.

Nivel 4: Se caracterizará porque el vehículo ya no necesita la intervención del conductor. En caso de que el sistema falle, se detendrá de manera controlada para no causar problemas en el tráfico. Los vehículos de pruebas de fabricantes como Ford o Google ya apuestan decididamente por este nivel de automatismo. A pesar de su completa autonomía, no prescindirán de los elementos necesarios para la conducción manual (volante, pedales, espejos retrovisores, mandos, etc).

Nivel 5: El vehículo completamente autónomo será una realidad en menos tiempo de lo que imaginamos. Aunque su coste los convertirá en vehículos para empresas o flotas (taxis, reparto como el modelo `Nuro´, etc), es probable que en 2021 veamos los primeros circulando por las carreteras. Su llegada es temida por los propios fabricantes de automóviles, porque supondrá una reducción en el número de ventas. Ya no estará tan clara la necesidad de tener un vehículo particular.

Su "inteligencia" permitirá crear taxis completamente autónomos que estén permanentemente en ruta recogiendo y soltando viajeros por las calles de las principales ciudades. Viajeros que habrán contratado el trayecto previamente a través de una sencilla aplicación móvil.

El nivel 5 exige un gran número de sensores y un nivel de computación muy elevado, lo que los convierte en vehículos estéticamente “feos” y económicamente caros. Los vehículos de este nivel no se parecerán en nada a lo que conocemos hoy en día, y serán más parecidos a minibuses con antenas, que al automóvil al uso. En su interior descubriremos una nueva forma de viajar gracias a los nuevos sistemas de infoentretenimiento, como si de una oficina o de un salón rodante se tratara.

Fuente

Un estudio de Credit Suisse y de la consultora PwC predice un retroceso en las ventas mundiales de automóviles del 10% a partir de 2030, cuando la conducción autónoma haga innecesario la inversión en un vehículo particular para muchos usuarios. La movilidad compartida será la norma y no la excepción. En ciudades como Londres, ya resulta más económico utilizar un servicio de carsharing a diario que poseer un vehículo en propiedad.

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