La medida más destacada fue adoptada en 2014 cuando se anunció la intención de destinar 200.000 euros a instalar SPM en 4,3 km de guardarraíles, que en 2015 se amplió hasta los 13 km.

Pero la instalación de Sistemas de Protección para Motoristas no ha sido la única medida adoptada por el Concello para incrementar la seguridad vial en los últimos años. También se han pintado los pasos de peatones con pintura antideslizante, los carriles bus se han abierto al uso por parte de los motoristas, se han creado zonas adelantadas en los semáforos, y se ha implementado por primera vez carriles específicos para motos en las calles más amplias de Vigo.

Las turboglorietas permiten igualmente una mayor fluidez con menor riesgo para los motoristas en los cambios de carril y se han incrementado las plazas de aparcamiento exclusivo para motos.

Finalmente se han reducido impuestos. El impuesto de circulación se ha situado en el mínimo permitido por Ley en las motos hasta 125 cc, y se ha reducido en un 10% para el resto.

Con estas políticas firmemente asentadas, la pasión motera ha llevado a Vigo a ser una de las seis ciudades de España con mayor proporción de motos por habitante y está entre las 10 ciudades con más motos de gran cilindrada. Desde 2010 se ha incrementado en un 26% pasando de 5.000 a 6.600.

A pesar de la habitual climatología adversa el parque ha crecido un 53% en la última década hasta alcanzar las 25.800 unidades. Esto supone 88 motos por cada millar de habitantes, solo por detrás de ciudades tan moteras como Barcelona (149), Palma (106), Málaga (103) y Murcia (91).

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