Carreteras como la AG-58 y AG-59 en Teo, serán las primeras en incorporar la nueva filosofía europea de que son las carreteras la que tiene que perdonar los errores. También se realizarán actuaciones en la GC-15 en Brión, Rois, Lusame y Noia, en la AC-357 (Teo), en la AC-554 (Outes) y en la PO-214 en Pontecesures, Padrón y A Estrada.
Las carreteas que perdonan son aquellas que no tienen obstáculos en sus márgenes y que cuentan con protecciones pensados para todo tipo de usuarios, no solo para los automóviles y los camiones.
El 47% de los siniestros ocurridos en carreteras gallegas se debieron a salidas de la vía, y la Xunta ha actuado con prontitud para eliminar sus consecuencias mediante el suavizado de taludes en las cunetas permitiendo el fácil regreso a la calzada, eliminación de obstáculos de los márgenes, cuanto más espacio quede al margen de la carretera más probabilidad de evitar el accidente, aumento de la visibilidad en zonas oscuras o con nieblas persistentes, e instalación de guardarraíles con SPM.
La situación de determinadas señales o paneles informativos también puede suponer un obstáculo a salvar en caso de accidente, por lo que es necesario diseñarlos y colocarlos en los lugares donde causen un menor impacto. La Xunta los situará en un lugar elevado y con postes fusibles, que se parten con mayor facilidad en caso de impacto.
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