Harlye-Davidson ha confirmado su cuarto año consecutivo de ventas a la baja, tras una nueva caída del 6,7% en 2017 en comparación con el año anterior. El mercado que más se resiente es el de los EE UU con una bajada del 8,5%, mientras que las ventas internacionales se redujeron un 3,9%.

En su principal mercado local, los EE UU, se comercializaron 144.893 motocicletas en 2017, una caída del 10% respecto del año anterior. En los mercados foráneos se comercializaron 241.498 motocicletas, rozando el extremo inferior de la previsión entre los 241.000 y los 246.000. Para el 2018 se espera una reducción hasta las 231-236.000 motocicletas a nivel mundial.

Una disminución que ha lastrado los ingresos en un 6,8%, lo que se trasladado al mercado bursátil con caída adicional del 4,7%.

El plan de reestructuración de la producción planteado a principio de 2018 planea cerrar la planta de ensamblaje de Kansas City para fusionar las operaciones con la de Nueva York y trasladar parte de su producción a Tailandia. Unos costes de reestructuración de entre 170 y 200 millones, junto con 75 millones en inversiones de capital. A partir de 2020 se podrían producir ahorros de costes de 65-70 millones de dólares.

De cara al futuro se busca incrementar el atractivo para mujeres, minorías, jóvenes y ciudadanos de las grandes urbes. Además, se apostará de manera más decidida por la tecnología de motos eléctricas.

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