La idea pasa por comprobar si los motoristas están preparados para adaptarse a un sistema que frena de manera autónoma cuando surge un imprevisto en la carretera. Los sensores irán colocados en dentro del caso, de las asas del manillar, el sillín, los reposapiés y el panel de instrumentos, para comprobar la respuesta del conductor.
Ante la detección de la inminencia de un accidente el sistema de frenada de emergencia encenderá unas luces de advertencia tras lo cual entrará en acción el propio sistema de frenada reduciendo la velocidad. Si se detecta la acción del conductor sobre los frenos, se aplicará presión adicional dentro de los límites físicos de la moto.
El sistema de Harley-Dadvison podría ser similar al que ya investiga Bosch y podrían incorporar los próximos modelos Adventure de KTM.
Fuente: Morebike.co.uk